En el programa de Alcohólicos Anónimos (AA), trabajar los defectos de carácter es una etapa fundamental en el proceso de recuperación. Este paso no solo busca liberar al individuo de actitudes y comportamientos que alimentaron la adicción, sino que también promueve un profundo crecimiento espiritual y emocional. Este trabajo se centra principalmente en el Paso Seis y el Paso Siete del programa de AA, que invitan al individuo a estar dispuesto a que Dios (o un Poder Superior) elimine sus defectos y luego pedir humildemente que los retire.
En este artículo, exploraremos qué significa realmente trabajar los defectos de carácter, por qué es crucial en el proceso de recuperación y cómo podemos enfrentarlos de manera efectiva.
¿Qué son los defectos de carácter?
Los defectos de carácter son patrones de pensamiento, actitudes y comportamientos que obstaculizan nuestro bienestar emocional, espiritual y relacional. En el contexto de AA, estos defectos se consideran obstáculos que alimentaron nuestra adicción y que, si no se abordan, pueden llevarnos a recaer. Algunos ejemplos comunes incluyen:
• Orgullo
• Ira
• Egoísmo
• Temor
• Envidia
• Resentimiento
• Pereza
Estos defectos no solo afectan a quienes luchan contra la adicción, sino a cualquier ser humano. Sin embargo, en el caso de los miembros de AA, suelen estar más arraigados debido a los efectos del alcoholismo en la mente, el cuerpo y las emociones.
La importancia de trabajar los defectos de carácter
Uno de los objetivos principales de AA es lograr una sobriedad duradera. Sin embargo, la sobriedad no es solo la ausencia de alcohol; también implica la transformación de la persona. Si no trabajamos en nuestros defectos de carácter, estos pueden sabotear nuestro progreso, mantenernos atrapados en ciclos de dolor y alejarnos de una vida plena.
Trabajar en estos defectos no solo mejora nuestra relación con nosotros mismos, sino también con los demás. Nos volvemos más conscientes, humildes y responsables, lo que nos permite reparar las relaciones dañadas y establecer conexiones más auténticas.
Paso Seis y Paso Siete: La base del trabajo
Paso Seis: "Estuvimos enteramente dispuestos a que Dios eliminara todos estos defectos de carácter."
Este paso requiere honestidad y disposición. Aquí, reconocemos que nuestros defectos no solo nos afectan a nosotros, sino también a quienes nos rodean. Más importante aún, aceptamos que no podemos enfrentarlos solos.
La disposición no es fácil. Muchos de nosotros nos aferramos a ciertos defectos porque sentimos que nos protegen o porque simplemente son parte de nuestra identidad. Por ejemplo, alguien puede aferrarse a la ira porque siente que es una forma de defenderse, o al orgullo porque teme ser vulnerable.
El Paso Seis nos invita a soltar estas creencias y abrirnos a la idea de un cambio real.
Paso Siete: "Humildemente le pedimos a Él que nos liberara de nuestros defectos."
Este paso nos lleva a pedir ayuda a nuestro Poder Superior. La palabra clave aquí es "humildemente". Reconocemos que no somos omnipotentes y que necesitamos una fuerza mayor para superar nuestras fallas.
Pedir que se eliminen nuestros defectos no significa que automáticamente dejaremos de cometer errores. Más bien, significa que estamos dispuestos a hacer el trabajo necesario y confiar en que nuestro Poder Superior nos guiará en el proceso.
Cómo trabajar los defectos de carácter
Aunque el proceso puede variar para cada individuo, hay ciertas prácticas que pueden ayudar:
1. Autoconciencia
El primer paso para abordar cualquier defecto es identificarlo. La escritura es una herramienta poderosa en este proceso. Mantén un diario donde puedas reflexionar sobre tus acciones, pensamientos y emociones. Pregúntate:
¿Qué defectos se manifiestan en mis interacciones?
¿Cómo afectan mis defectos a mi vida y a los demás?
2. Aceptación
Aceptar nuestros defectos no significa justificarlos, sino reconocer su existencia sin juzgarnos. Esta aceptación es fundamental para trabajar en ellos con compasión y sin resistencia.
3. Disposición al cambio
La disposición es clave. Si bien puede ser incómodo abandonar ciertos patrones, recuerda que aferrarte a ellos puede ser más perjudicial a largo plazo. Reafirma tu compromiso con el proceso de cambio, incluso cuando se sienta difícil.
4. Oración y meditación
El Paso Siete nos anima a conectarnos con nuestro Poder Superior. A través de la oración y la meditación, pedimos guía y fortaleza para enfrentar nuestros defectos. Este proceso no solo nos ayuda a mantenernos enfocados, sino que también nos ofrece paz y claridad.
5. Acciones concretas
Trabajar en los defectos de carácter requiere más que reflexión; implica acción. Si identificas que el egoísmo es un defecto, busca oportunidades para ser generoso. Si el resentimiento es un problema, trabaja en el perdón.
6. Apoyo del grupo
Uno de los mayores recursos de AA es la comunidad. Compartir nuestras luchas con otros miembros no solo alivia la carga, sino que también nos permite aprender de sus experiencias.
7. Revisión constante
Los defectos de carácter no desaparecen de la noche a la mañana. Requieren trabajo constante. Realiza una revisión regular de tus progresos y ajusta tu enfoque según sea necesario.
Los beneficios de trabajar en los defectos de carácter
El esfuerzo por abordar nuestros defectos trae innumerables beneficios:
1. Crecimiento personal: Nos volvemos más conscientes y equilibrados emocionalmente.
2. Mejores relaciones: Al dejar de lado actitudes perjudiciales, nuestras conexiones con los demás se vuelven más genuinas.
3. Mayor serenidad: Al soltar defectos como el temor y el resentimiento, experimentamos más paz interna.
4. Fortaleza espiritual: Trabajar en estos aspectos fortalece nuestra conexión con nuestro Poder Superior.
Conclusión
Trabajar los defectos de carácter es un desafío, pero también es una oportunidad para transformarnos en la mejor versión de nosotros mismos. Este proceso nos enseña humildad, paciencia y fe, valores esenciales no solo para la sobriedad, sino para una vida plena.
En AA, no caminamos solos. Contamos con el apoyo de nuestro Poder Superior, de nuestros compañeros en el programa y de las herramientas que hemos aprendido a lo largo de los pasos. Cada día, al enfrentar nuestros defectos con valentía y disposición, damos un paso más hacia una vida en sobriedad y libertad.
Si estás en este proceso, recuerda que el cambio no ocurre de inmediato. Es un viaje continuo, pero cada esfuerzo que haces te acerca más a la transformación que buscas. Confía en el proceso y, sobre todo, en ti mismo.